Diseño de escenarios basado en nodos – Parte 3: Invirtiendo la regla de las tres pistas
La Regla de las Tres Pistas dice:
“Para cualquier conclusión a la que quieras que lleguen los PJs, incluye al menos tres pistas.”
La teoría subyacente en la regla, es que tener tres opciones distintas proporciona la suficiente redundancia como para crear un escenario robusto: Incluso si los PJs se pierden la primera pista y malinterpretan la segunda, la tercera pista proporciona una red de seguridad final para que el escenario se mantenga según lo planeado.
Esta lógica, sin embargo, también nos lleva a la inversión de la Regla de Tres Pistas:
“Si los PJs tienen acceso a tres pistas CUALESQUIERA, llegarán por lo menos a UNA conclusión.”
En otras palabras, si necesitas que los PJs lleguen a tres conclusiones (A, B y C) y los PJs tienen acceso a tres pistas (cada una de las cuales les permitiría en teoría llegar a cada una de esas conclusiones), es muy probable que, de hecho, llegen al menos a una de esas conclusiones.
Y el comprender esta inversión de la Regla de las Tres Pistas nos permite aprovechar toda la flexibilidad del diseño basado en nodos. Aquí un ejemplo sencillo:

El escenario comienza en el nodo azul, el cual contiene tres pistas, una que apunta al nodo A, una al nodo B y otra al nodo C. Siguiendo la inversión de la Regla de las Tres Pistas, sabemos que los PJs serán capaces de llegar a la conclusión de que necesitan ir, al menos, a uno de estos nodos.
Supongamos que van al nodo A. El nodo A contiene dos pistas adicionales – una que apunta al nodo B y otra que apunta al nodo C.
Hasta el momento los PJs tendrían acceso a 5 pistas diferentes. Una de ellas les ha llevado con éxito al nodo A y ya la podemos descartar. Pero esto los deja con cuatro pistas (dos que apuntan al nodo B y dos que apuntan al nodo C), y la inversión de la Regla de las Tres Pistas, vuelve a decirnos que tienen información más que suficiente para seguir adelante.
Supongamos que ahora van al nodo C. Allí encuentran pistas a los nodos A y B. Ahora tendrían acceso a un total de siete pistas. Cuatro de estas pistas apuntarían ahora a nodos que ya han visitado, pero eso todavía les dejaría con tres pistas que apuntan al nodo B. La Regla de las Tres Pistas nos dice que ahora tendrían acceso a la información suficiente como para completar el escenario.
Ten en cuenta que hasta ahora sólo estamos hablando del acceso a las pistas, lo cual no significa que exista ninguna garantía de que encuentren cada una de las pistas o las interpreten correctamente. De hecho, presuponemos que no lo harán.
Ahora, compara este diseño basado en nodos con un planteamiento basado en tramas similar:

Observa que el planteamiento basado en tramas también se puede dividir en distintos nodos. Y en términos de preparación, el planteamiento basado en tramas requiere exactamente los mismos recursos: Cuatro nodos y nueve pistas. Pero el diseño no lineal es más rico, más flexible y permite que los PJs se pongan al volante. En otras palabras, incluso en los ejemplos más sencillos, el diseño basado en nodos te permite obtener más kilometraje a partir de la misma cantidad de trabajo.
Sin duda, toda esta exposición ha resultado más bien seca y técnica. Así que démosle cuerpo a todo esto.
Justin Alexander, 31-05-2010, The Alexandrian
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